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1 de septiembre de 2022

AIJU BUSCA REDUCIR EL PESO EN EL USO DE PLÁSTICO VIRGEN

El Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio-Aiju trabaja en el desarrollo de la segunda fase del proyecto ‘BioFcase’ cuyo objetivo es contribuir a que las empresas del sector del juguete, envase y menaje implementen, en sus productos, bioplásticos de carácter más sostenibles, alternativos al plástico procedente de combustibles fósiles y que cumplan con los estrictos requisitos y regulaciones para su integración directa en la cadena de valor.

El Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio-Aiju trabaja en el desarrollo de la segunda fase del proyecto ‘BioFcase’ cuyo objetivo es contribuir a que las empresas del sector del juguete, envase y menaje implementen, en sus productos, bioplásticos de carácter más sostenibles, alternativos al plástico procedente de combustibles fósiles y que cumplan con los estrictos requisitos y regulaciones para su integración directa en la cadena de valor.

En este sentido, a raíz de la validación técnica de la implementación de estos biomateriales en los productos objetivo, se calcula que unos 860.000 productos pueden ser potencialmente sustituidos por materiales más sostenibles, lo cual supone un 2% de la industria del plástico en la Comunidad Valenciana, con la consiguiente reducción de la huella de carbono y la minimización del impacto ambiental en nuestro modo de vida.

En esta segunda fase, el proyecto ‘BioFcase’, que tiene el apoyo de la Conselleria d´Innovació, Universitats, Ciència i Societat Digital, cuenta con la colaboración de empresas como Fábrica de Juguetes, Plastic Forte, Miniland, Juguetes Picó, Muñecas Antonio Juan, Erycop, Reig Musicales, Inplasba, Colortec, Maniquíes Sempere o Plastimyr, para las que, Aiju ha desarrollado un servicio a medida que les permite producir bienes de consumo más sostenibles, sustituyendo el plástico por materiales biobasados (que proceden total o parcialmente de biomasa), biodegradables (que puede ser degradado por la acción de microorganismos existente en el medio, de manera natural) o biopolímeros en general (una combinación de ambos).

Asimismo, una de las principales ventajas de este proyecto, además de la diversificación de la materia prima procedente de fuentes renovables, es la aportación de una solución desarrollada a medida de las necesidades de las empresas, ofreciéndoles una solución a medida, sin tener que detener éstas su producción o invertir recursos en investigación adicional.

En el proceso de ejecución del proyecto, era primordial consensuar con las empresas colaboradoras los requisitos de los materiales aplicables a sus productos, en base a los cuáles, se obtuvieron y analizaron más de 20 bioformulaciones, de las cuales, se escalaron aquellas que cumplían los requerimientos de durabilidad y seguridad ligados a los demostradores específicos determinados por las empresas colaboradoras, aportándoles una solución a medida para incrementar la sostenibilidad de sus productos.

En este sentido, como indica Ana Ibáñez, técnico que desarrolla el proyecto en Aiju, “este proyecto contribuye a que los fabricantes adopten materiales que conservan idénticas propiedades mecánicas a la de los plásticos, pudiendo introducirse inmediatamente en sus plantas como sustitutivos. Por ello, pueden adoptar estos biomateriales, en sustitución de plásticos estándares, sin comprometer la producción ni la calidad de sus productos”.

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