El proyecto ‘Neflexar’, financiado por IVACE+i y ejecutado por Itene entre junio de 2023 y junio de 2024, ha desarrollado estructuras flexibles monomaterial basadas en poliolefinas, (PP o PE). El principal objetivo del proyecto ha sido generar materiales reciclables con alta barrera, resistencia mecánica y procesabilidad, que cumplen con las normativas de reciclabilidad y tendencias en sostenibilidad.
Saúl Calabuig, responsable técnico del proyecto en Itene, afirma que “las nuevas estructuras se han diseñado no solo para mantener la integridad del producto durante el envasado y manipulación, sino también para que alcancen niveles de productividad comparables a estructuras de envase convencionales”.
Los materiales desarrollados en presentan estructuras optimizadas, reduciendo la complejidad del envase para facilitar su gestión y hacer efectivo su reciclado. Este avance se ha logrado mediante recubrimientos funcionales, que proporcionan las propiedades barrera y de resistencia térmica requeridas para el envasado óptimo y eficiente de alimentos de distinta naturaleza y exigencia. Además, se ha optimizado el desarrollo de matrices termoplásticas en poliolefinas mejorando sus propiedades mecánicas y de barrera frente al vapor de agua y al oxígeno.
El proyecto de investigación se ha desarrollado a través de dos líneas estratégicas: la aplicación de recubrimientos avanzados mediante técnicas de impresión como flexografía y huecograbado, evitando así la necesidad de recurrir a coextrusiones y estructuras de mayor complejidad y menor reciclabilidad, y la formulación de grados de extrusión mejorados empleando aditivos y cargas para matrices termoplásticas. Este enfoque ha permitido reducir la complejidad estructural y mejorar significativamente las propiedades mecánicas y de barrera de las estructuras de envase.
“Nuestro objetivo ha sido crear soluciones prácticas y efectivas, que no solo cumplieran con las directrices ambientales actuales, sino que también impulsaran un cambio positivo hacia un embalaje más sostenible y eficiente. Con ello se busca demostrar la viabilidad de las alternativas desde el transformador hasta el usuario final”, añade Saúl Calabuig.
Entre las aplicaciones evaluadas con estas estructuras se incluyen sectores tan diversos como el de snacks y frutos secos, purés de frutas y productos loncheados, destacándose en todos los casos por su procesabilidad y facilidad de reciclaje sin comprometer la vida útil del producto envasado.