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10 de mayo de 2022

LA INDUSTRIA DEL PACKAGING ROZA LOS 30.000 M EN ESPAÑA

La industria española del packaging muestra excelentes resultados a pesar de la pandemia y se reivindica como sector imprescindible para la realización de cualquier actividad económica, así como catalizador de innovación al servicio de la sostenibilidad, su gran reto de futuro.

La industria española del packaging muestra excelentes resultados a pesar de la pandemia y se reivindica como sector imprescindible para la realización de cualquier actividad económica, así como catalizador de innovación al servicio de la sostenibilidad, su gran reto de futuro. Con 29.750 M€ de facturación en 2020, el sector del envase y embalaje representa el 4,37% de la cifra de negocio del total de la industria española y supone el 2,65% del PIB, según el informe realizado por el salón Hispack de Fira de Barcelona con motivo de su próxima edición que se celebrará del 24 al 27 de mayo.

Este estudio económico ha sido presentado esta mañana en la sede del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en Madrid, en un acto sectorial que ha contado con la intervención del secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco quien ha destacado la importancia de dar visibilidad a este sector: «el envase y embalaje tiene un gran impacto por los equipos industriales que mueve, siendo líder en automatización y digitalización. Es además un sector intensivo en inversión en innovación, con una presencia territorial muy amplia, y estrechamente vinculado a las industrias usuarias”.

Con el título “El packaging, motor de innovación de las industrias, el estudio de Hispack –elaborado por la consultora marketAAD- radiografía y categoriza las magnitudes económicas del sector y apunta las grandes líneas de desarrollo en las que trabajan sus empresas. Actualmente, el envase y embalaje se enfrenta a los retos de suministro y alza de precio de las materias primas y aumento de costes de producción. Al mismo tiempo, está experimentando una intensa transformación motivada por el auge de la demanda de packaging sostenible en un escenario de cambio del marco regulatorio y mayor ecoconcienciación de los consumidores.

En España, el sector cuenta con 3.180 empresas –mayoritariamente pymes–, que ocupan a 113.000 personas, esto es, un 5,16% del empleo del sector industrial. Por subsector de actividad, el mayor número de firmas corresponde a fabricantes de envases y materiales de envase de plástico (737), seguido de papel y cartón (660), maquinaria de envase y embalaje (634) y envases de madera (631) y los fabricantes de equipos de etiquetaje, codificación y marcaje (317). Completan la lista los fabricantes de envases metálicos; de vidrio; de tapones de corcho; y otros materiales de envase. En cuanto a distribución geográfica, Cataluña concentra casi el 30% de las empresas del sector. Cerca del 40% de las empresas se reparten entre la Comunidad Valenciana (18%), Comunidad de Madrid (10,31%), Murcia (6,4%) y Andalucía (5,16%).

Papel y cartón encabezan el ranking de ingresos

La mayor cifra de negocio corresponde a las empresas de materiales de envases y embalajes, especialmente papel y cartón (9.043 M€) y plástico (7.502 M) seguido de maquinaria de packaging (3.942 M). Las comunidades autónomas con mayor volumen de negocio en el sector del packaging son Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón y País Vasco. El estudio de Hispack también analiza la distribución de la cifra de negocio del sector por empresas. Un 72% de ellas factura menos de 5 M, un 20% entre 5 y 25 M y el 8% supera esta última cifra. La rentabilidad media de las compañías del envase y embalaje se situó en torno a 1,07 M€ de EBITDA en 2020.

La caída en picado del consumo, la contracción de la demanda y el freno brusco de la actividad industrial durante 2020 a causa de la pandemia supuso un decrecimiento de un 3,37% de su cifra de negocio respecto a 2019. Un porcentaje inferior al que experimentó el conjunto del PIB industrial (-9,84%) y el propio PIB nacional (-10,8%). Estos resultados se explican en gran medida por el carácter imprescindible del packaging en la estructura productiva del país y por su función esencial durante la crisis sanitaria para garantizar la fabricación, distribución y suministro de los productos básicos.

La innovación en envases y embalajes se ha acelerado a causa de tres grandes factores: La competitividad y eficiencia de los procesos de fabricación industrial gracias a la digitalización y automatización. El progresivo despliegue de un marco legislativo -a nivel europeo, estatal y autonómico- que sienta las bases de un nuevo escenario de mercado para marcas e industrias en el que la sostenibilidad del packaging resulta crucial. Y, por último, la transformación del consumidor en un actor consciente, que ha cambiado sus pautas de consumo, y que exige transparencia y responsabilidad a las marcas y empresas con las que se relaciona.

Un nuevo marco

La nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados que entró en vigor el pasado 10 de abril, y el futuro Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, en fase de tramitación parlamentaria, agilizarán la entrada de toda la oferta de materiales y soluciones de packaging en el paradigma de la economía circular. Algunas de las acciones que se están llevando a cabo pasan por el ecodiseño de los envases desde su concepción para conseguir que sean fácilmente reciclables; el uso de packaging pensado expresamente para la reutilización; la apuesta por la monomaterialidad; la reducción del peso de los envases sin mermar funcionalidades y rendimiento, la reintroducción de material posconsumo de origen reciclado, así como la simplificación o eliminación de componentes.

El sector alimentario, por su relevancia y notoriedad, es el principal tractor de la innovación en packaging implementando nuevas soluciones y apostando por el papel y el cartón como alternativa al plástico en la distribución de productos frescos. Asimismo, el envase integrado en todas las fases de la cadena de suministro contribuye a mejorar los procesos de producción, trazabilidad y distribución, utilizando tecnologías automatizadas, sistemas predictivos y la conectividad propia de la industria 4.0, ganando, así, en eficacia y competitividad. También el envase demuestra su innovación en el punto de venta, siendo el último eslabón de contacto de las marcas con el consumidor y clave en la experiencia de uso de los productos.

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